domingo, 17 de noviembre de 2013

Con todo mi amor, siempre vuestra

Queridos y amados presidentes y ex presidentes del gobierno, políticos, jueces, legisladores y cuántos participan de este circo mediocre a lo que vosotros llamáis DEMOCRACIA :

Es para mí un honor reconocer, a pluma en grito, que vivo en una sociedad en la que ser ciudadano de clase media es vivir acojonado. Es un privilegio pertenecer a ella y os agradezco enormemente que hayáis hecho de la clase media ese perro abandonado que se acerca mientras comes y a todo el mundo molesta. Sí, queridos politiquillos, a nosotros, lo que un día tuvimos una nómina y en el mejor de los casos aún conservamos, los que pagamos el Ibi y tenemos una escuálida cuenta corriente a la que echar mano si no os pagamos el semestre para así engordar las arcas municipales que habéis saqueado y, de paso, pagarle la seguridad social a personas que agreden a médicos del SAS y cuyos jueces correspondientes los ponen en libertad en menos de una semana.


Es un honor para mí pertenecer a esa clase media a la que le retienen media nómina con un IRPF que sirve para financiar vuestros coches oficiales, dietas y sobre sueldos pero que también paga la sanidad gratuita a miles de ciudadanos que viven del cuento gracias a una economía sumergida y que no conocen la palabra trabajo, ni aún cuándo éste existía.

A nosotros, que acatamos las normas educativas del colegio de nuestros hijos mientras familias de inmigrantes se nos adelantan en una plaza que nos corresponde porque somos españoles y sin rechistar aguantamos no llegar a fin de mes mientras a otros se les ayuda pagándoles material escolar porque son familias "con riesgo de exclusión social", cuándo los excluídos y silentes somos nosotros, los ciudadanos de este país que mantenemos el entramado funcionarial y social a golpe de iva e impuestos. Y encima diciendo esto, se nos tacha de fascistas, cuándo lo que somos es proletarios al más puro estilo de campo.

Nosotros, ciudadanos de clase media, a los que se nos multa con casi setecientos por dejar cagar a nuestro perro en la acera( muy bien, valeeee, es de guarros, pero algún fallo teníamos que tener, ¿o no?)mientras un barco llena de chapapote la costa gallega y se cierra el caso y nadie paga por semejante delito.

Sois una pandilla de indecentes. Y nos estáis enseñando a serlo también. Promovéis la insolidaridad al ver con nuestros propios ojos como la ley está del lado del que delinque, a la postre en muchos casos insolvente y que jamás paga lo que hace, mientras nosotros, fichados como delincuentes en la base de datos de la Hacienda pública, nos acojonamos abriendo en vuestra web nuestro borrador del IRPF, a la espera de sorpresas que seguramente no siempre sean agradables.

Sí, nosotros . Ahora venidme con la cantinela de que la ley es igual para todos y que el hecho de que otros no tengan patrimonio para responder ni vergüenza torera para acumular antecedentes penales, no nos excusa a nosotros de su cumplimiento. Claro, claro...los imbéciles que mantenemos tanto a los que roban por arriba como a los que roban por abajo, a los de guante blanco y a los de guante negro.

Ya me lo decía mi madre: que el hijo que nace en medio está en terreno de nadie. Y eso somos nosotros, el hijo de en medio, el ciudadano agonizante agotando el paro mientras se pasa el día buscando ese trabajo que, no va a llegar y, si llega, será un trabajo de mierda con el que, con suerte, nos dará para pagar la hipoteca pero no para comer, pero que para eso siempre estará la pensión de los abuelos, para tirar de ella y joderles, de paso, la vejez.
 
¿Hasta cuándo tenéis calculado que podremos aguantar? ¿Habéis hecho números? A ver, que tontos no somos, aunque lo parezcamos. Hacéis una extrema parodia alternando las legislaturas (hoy me lo llevo tú, mañana me lo llevo yo), os escupís en el hemiciclo para luego tomaros cafés juntos y os vais repartiendo el pastel cada cinco añitos, un poquito pa ti, otro poquito pa mí y así sucesivamente. Y, lo peor es que, habéis sembrado la desesperanza tan gravemente, que ni siquiera nos planteamos partidos minoritarios porque, como somos tan torpes, hemos llegado a la conclusión de que, rozar el poder con la punta de los dedos es, simplemente, transformarse en ambición con piernas y ya no nos mola ninguno de vuestros programas electorales.
 
Un consejo: dejad de jurar sobre la constitución vuestros cargos. Básicamente porque no estáis a nuestro servicio y, mucho menos, salvaguardáis la constitución, cuyo preámbulo dice textualmente:
 
"Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida".
 
¿Progreso, cultura, digna calidad de vida?
 
¿Progreso es pedir a Europa que te saque de los pelos del pantano en el que nos estamos ahogando?
 
¿Cultura es lo que promueve el ministro Wert, afixiando a estudiantes  y recortando dinero que debería ir destinando a formar a nuestros jóvenes para hacer de España un país cada vez más preparado?
 
¿Digna calidad de vida es subir impuestos, bajar sueldos y aniquilar pagas extras?
 
Ojalá un día veamos en la toma de posesión de vuestros cargos salir volando a la constitución cuan pelota de widditch y al crucifijo dar vueltas sobre sí mismo como la niña del exorcista. Entonces, a lo mejor, empiezo a creer en algo...
 
Entretando sólo creo en que mañana, a lo mejor y con suerte, aún como.
 
Y que este sistema político se llama MIERDOCRACIA.